La relevancia de la energía eólica en el panorama energético mundial es cada vez más evidente. A medida que se buscan alternativas sostenibles y limpias a los combustibles fósiles, la energía eólica se destaca como una fuente prometedora de energía renovable.
Su importancia radica en su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.
Siendo que vivimos en un planeta que exige soluciones cada vez más sostenibles, esta energía alternativa destaca como una opción viable. Por lo que es fundamental para nuestro medio ambiente.
En este artículo, conoceremos más a fondo qué es la energía eólica, su importancia y aplicación en los distintos sectores.
Qué es la Energía Eólica: Definición
La energía eólica se refiere a la energía generada a partir del viento. Esta forma de energía renovable ha ganado terreno en los últimos años debido a su abundancia, sostenibilidad y bajo impacto ambiental.
Se produce mediante la conversión de la energía cinética del viento en energía eléctrica. Este proceso se lleva a cabo a través de aerogeneradores, que capturan la energía del viento y la transforman en electricidad.
Estos dispositivos consisten en grandes hélices o aspas que giran con el viento, activando un generador que produce electricidad.
Los Principios Básicos de Aerodinámica
El funcionamiento de la energía eólica se sustenta en base a los principios básicos de la aerodinámica. En este, el viento ejerce fuerza sobre las hélices de los aerogeneradores, lo que crea un diferencial de presión que impulsa el movimiento de las mismas.
Esta fuerza cinética es convertida en energía mecánica y, finalmente, en energía eléctrica a través de un generador. A partir de allí, la energía creada se distribuye a las diferentes tomas de corriente en un espacio determinado. Generando así una fuente de energía renovable bastante sostenible.
Ejemplos de energía eólica usada en diferentes sectores
La energía eólica es utilizada en una amplia gama de sectores, incluyendo la generación de electricidad a gran escala, la alimentación de sistemas de bombeo de agua, la provisión de energía a zonas remotas y la carga de baterías en dispositivos portátiles.
Además, la energía eólica también ha encontrado aplicación en la industria naviera, donde se emplean velas eólicas para reducir el consumo de combustibles.
También se utiliza para producir corriente eléctrica continua la cual se necesita para la producción de hidrógeno renovable. Por lo general, este tipo de hidrógeno se utiliza para producir combustibles renovables.
¿Qué es la energía eólica marina?
La energía eólica marina se refiere a la generación de energía eólica en alta mar, aprovechando la constancia y fuerza del viento en esta ubicación. Para la explotación de este recurso, se desarrollan estructuras gigantes asentadas sobre el lecho marino.
Con el avance de la tecnología, los parques eólicos marinos se han convertido en una fuente promisoria de energía renovable, con el potencial de suministrar grandes cantidades de electricidad a regiones costeras.
Los parques eólicos y los aerogeneradores: una oportunidad profesional
El crecimiento continuo de la industria de la energía eólica ha generado oportunidades profesionales en campos como la ingeniería, la gestión de proyectos, la fabricación de aerogeneradores, la instalación y mantenimiento de parques eólicos, entre otros.
Además, la expansión de la energía eólica marina ha dado lugar a nuevas posibilidades de empleo en el ámbito de la investigación y desarrollo tecnológico.
Es en este contexto que cursar programas como la Maestría en Energías Renovables de ESIBE resulta clave. A través de su estudio los estudiantes se capacitan para ejercer todo tipo de funciones en el sector de las energías alternativas; desde la energía solar térmica hasta la energía eólica y su integración en edificios y sistemas eléctricos.
En resumen, la energía eólica representa una importante fuente de energía limpia y renovable, con el potencial de contribuir significativamente a la transición hacia un futuro energético más sostenible.
Su papel crucial en la mitigación del cambio climático, junto con las oportunidades profesionales que ofrece, la sitúan como una pieza clave en el rompecabezas de la energía del siglo XXI. Por lo que, si estás interesado en especializarte en la materia, lo ideal es comenzar a formarte desde ahora.