En la industria alimenticia, cada detalle cuenta: comenzando desde la selección de proveedores hasta el control de cada fase de producción. Un fallo mínimo puede significar pérdidas económicas, problemas legales y, lo más importante, riesgos para la salud del consumidor.
Aquí es donde entran en juego los estándares de calidad alimentaria, herramientas esenciales que permiten garantizar la inocuidad, la trazabilidad y la excelencia en todos los procesos. Cumplirlos no es solo una cuestión de cumplir la ley, sino de acceder a nuevos mercados, ganar la confianza del cliente y mantenerse competitivo en un sector cada vez más exigente. Estos estándares son voluntarios y son certificados por entidades independientes acreditadas
Entender cómo funcionan certificaciones como IFS, BRC e ISO 22000 es clave para que cualquier empresa alimentaria pueda operar con garantías y crecer de forma sostenible.
El objetivo de estas normas es promover el correcto diseño e implantación de los planes APPCC así como asistir a las cadenas de distribución en el cumplimento de sus obligaciones legales y de protección al consumidor, estableciendo para ello un sistema común de evaluación de las empresas suministradoras. De esta forma las asociaciones de distribuidores y grandes superficies cubren la responsabilidad en cuanto a la seguridad de sus productos de marca y protegen la reputación del sector.
De esta forma las asociaciones de distribuidores y grandes superficies cubren la responsabilidad en cuanto a la seguridad de sus productos de marca y protegen la reputación del sector.
El valor real de cumplir con estándares de calidad alimentaria
Cumplir con los estándares de calidad alimentaria significa trabajar bajo un marco de referencia reconocido internacionalmente que asegura que los productos son seguros, cumplen las regulaciones y responden a las expectativas del cliente.
Más allá del cumplimiento legal, estos estándares son un pasaporte para acceder a mercados internacionales, establecer relaciones comerciales con grandes distribuidores y diferenciarse de la competencia.
Para las empresas del sector, trabajar bajo estas normas se traduce en implementar controles estrictos, capacitar al personal y adoptar sistemas de mejora continua. Esto protege al consumidor final, al tiempo que reduce desperdicios, optimiza procesos y fortalece la reputación de la marca.
En un entorno donde la confianza es el activo más valioso, contar con certificaciones reconocidas es una ventaja estratégica que puede marcar la diferencia entre crecer o quedar fuera del juego.
IFS – Requisitos y aplicación en la industria alimentaria
El International Featured Standards (IFS) es uno de los más reconocidos en el ámbito europeo, especialmente en el comercio minorista. Fue creado para garantizar la seguridad y calidad de los productos alimentarios, centrándose en aspectos como el control de procesos, la trazabilidad y el cumplimiento legal. Es la norma promovida por las principales cadenas de distribución francesas y alemanas (Carrefour, Alcampo, Aldi, etc.). Su fundación fue en 2003 y ha tenido un recorrido muy importante.
Obtener esta certificación demuestra que la empresa cumple con altos estándares en producción, almacenamiento y distribución. La implementación del IFS implica realizar auditorías internas, documentar cada procedimiento y mantener un control riguroso de todos los procesos.
Para las empresas que exportan, esta certificación es muchas veces un requisito indispensable para trabajar con cadenas de supermercados y distribuidores en mercados europeos. Además, contribuye a optimizar recursos, minimizar riesgos y garantizar un producto final de calidad constante. Adoptar el IFS requiere un compromiso total de la dirección y del equipo de trabajo. Para ello es fundamental:
- Realizar un diagnóstico inicial para identificar brechas frente al estándar.
- Capacitar al personal en todos los requisitos y procedimientos.
- Mantener registros actualizados y verificables en cada etapa de la producción.
- Realizar auditorías internas periódicas para asegurar el cumplimiento constante.
BRC – Lo que debes saber para obtener la certificación
El British Retail Consortium (BRC) es otro de los estándares de calidad alimentaria más relevantes, especialmente para aquellas empresas que desean suministrar a grandes cadenas de distribución británicas y globales. Fue la primera norma promocionada por un distribuidor en 1998 en el Reino Unido
Este estándar es reconocido por su enfoque integral, ya que cubre aspectos de seguridad alimentaria, gestión de calidad y control operativo, con un énfasis particular en la trazabilidad y en el cumplimiento de requisitos legales específicos del mercado.
Las empresas que buscan certificarse en BRC deben estar preparadas para auditorías exhaustivas, donde cada detalle es revisado con precisión. Esto incluye desde la higiene en las instalaciones, la verificación de proveedores, e incluso pasando por planes de contingencia y gestión de riesgos.
La certificación BRC además de ser un requisito comercial, es algo que se convierte en un indicador de profesionalismo y compromiso con la seguridad del consumidor. Para superar con éxito una auditoría BRC, es esencial:
- Mantener una limpieza y desinfección rigurosa en todas las áreas de trabajo.
- Garantizar la trazabilidad total del producto, desde la materia prima hasta el cliente final.
- Documentar y verificar todos los controles de calidad realizados.
- Demostrar un plan de mejora continua con evidencias de su aplicación.
ISO 22000 – El estándar global de seguridad alimentaria
La ISO 22000 es una regla avalada internacionalmente, esta implanta los requisitos para un sistema de gestión de la inocuidad alimentaria. Integra principios del sistema HACCP y de la gestión de calidad ISO 9001, ofreciendo un marco unificado para empresas de toda la cadena alimentaria. Esta norma se aplica a todas las organizaciones, sin importar su tamaño, que estén involucradas en cualquier aspecto de la cadena alimentaria: productores, procesadores, distribuidores y hasta empresas de transporte y almacenamiento.
Esta Norma especifica requisitos para un sistema de gestión cuando una organización de la cadena alimentaria necesita demostrar su capacidad para controlar los peligros relacionados con la inocuidad de los alimentos
Uno de los puntos fuertes de este estándar de calidad alimentaria es su flexibilidad, ya que permite adaptarse a las características de cada organización sin perder rigurosidad. Implementar ISO 22000 significa documentar procedimientos, establecer planes de control de riesgos y demostrar la capacidad de prevenir contaminaciones en cualquier etapa de la cadena de suministro.
Esta certificación es reconocida a nivel mundial (ISO 22000 está presente en 153 países) y es un activo clave para abrir mercados y garantizar la confianza del consumidor.
¿Cómo integrarlo con otros sistemas de gestión?
La ISO 22000 puede integrarse fácilmente con otras normas como ISO 9001 o ISO 14001. Esta integración no solo reduce costos, sino que también simplifica la gestión y mejora la eficiencia global del sistema. Para lograrlo:
- Identifica procesos comunes y evita duplicidades.
- Centraliza la documentación y los registros.
- Forma a tu equipo en los principios de cada norma.
- Realiza auditorías internas conjuntas para optimizar recursos.
¿Cómo mantener y mejorar los estándares de calidad alimentaria en tu empresa?
Conseguir una certificación es solo el primer paso. Mantenerla requiere disciplina, constancia y un compromiso continuo con la mejora. Es necesario establecer programas de formación para el personal, implementar auditorías internas periódicas y actualizar procedimientos conforme cambian las regulaciones o las necesidades del mercado.
La inversión en tecnología para el control de procesos, el seguimiento de indicadores clave y la comunicación efectiva con proveedores son aspectos que marcan la diferencia. Las empresas que ven los estándares como una herramienta de mejora, y no como una simple obligación, logran además de solo mantener sus certificaciones, transforman su cultura organizacional hacia la excelencia.
Transforma tu experiencia en un activo de alto valor
Mantener altos estándares de calidad alimentaria es una responsabilidad que exige conocimiento, actualización constante y visión estratégica. En un sector tan regulado y competitivo, quienes dominan estas normativas se convierten en profesionales clave para el éxito de cualquier empresa. La oportunidad de reforzar tus competencias y obtener una ventaja competitiva está en tus manos.
En el Máster en Seguridad Alimentaria del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid te ofrecen las herramientas y el conocimiento necesarios para que puedas liderar la implementación y mantenimiento de estándares como IFS, BRC e ISO 22000.
Conoce más sobre el programa, modalidades, fechas y precios, y descubre cómo puedes potenciar tu perfil profesional para abrirte a nuevas oportunidades. El momento de dar el siguiente paso en tu carrera es ahora: fórmate, especialízate y conviértete en un referente en la seguridad alimentaria.