Es habitual que los precios de los servicios o bienes vayan cambiando con el correr de los años. Sin embargo, cuando los precios comienzan a subir y el valor de la moneda se deprecia, dentro de un mismo período de tiempo, estamos hablando de inflación.
Una economía que sufre procesos inflacionarios afecta de forma letal tanto a los consumidores como a las empresas. Una de las mejores formas de transitar los procesos inflacionarios es contar con especialistas en Mercados Financieros que cuentan con los conocimientos para hacer la crisis una oportunidad.
¿Qué es la inflación?
Como hemos mencionado, la inflación, es el aumento de precios en bienes y servicios en un lapso específico. Esto, emerge como una variable macroeconómica clave.
Gobiernos la emplean para guiar decisiones monetarias al ofrecer insights sobre la salud económica nacional. Este fenómeno encarece todo, disminuyendo el valor de la moneda, ya que con igual cantidad de dinero se adquieren menos bienes.
Su comprensión es vital para la toma de decisiones económicas y efectivas a nivel gubernamental y empresarial.
Mecanismo de la inflación: Oferta y demanda
Podemos decir que la oferta de los bienes o servicios de una economía es todo el volumen que se produce a un determinado precio.
Cuando la oferta de estos bienes y servicios sufre una variación alcista de sus costos a causa de un aumento de precios de la producción, se produce una inflación de la oferta.
Sin embargo, para que se produzca el fenómeno de la inflación, la demanda tiene que continuar siendo constante. Entonces, cuando la demande es constante y la oferta de bienes y servicios disminuye, se produce la inflación por oferta.
Mientras tanto, la inflación por demanda se produce cuando existe un gran aumento en la demanda de los bienes y servicios.
Cuando la demanda de las familias, empresas, gobiernos e inversión extranjera exceden más de lo que la economía de bienes puede producir, se produce una inflación por demanda.
Indicadores económicos: Cómo se mide la inflación
En España, su medición se realiza a través del Índice de Precios al Consumo (IPC). Este indicador refleja mensualmente las variaciones en los costos de bienes y servicios consumidos por la población.
La metodología implica seleccionar una cesta representativa que incluye productos de consumo diario (alimentos, gasolina), bienes duraderos (ropa, electrodomésticos) y servicios (vivienda, transporte).
El Instituto Nacional de Estadística es responsable de calcular y divulgar regularmente el IPC, ofreciendo una visión precisa de los cambios en los precios que impactan a los ciudadanos españoles.
Impacto en los consumidores: subidas de precios y poder adquisitivo
Este proceso, al actuar como estímulo para el gasto y la inversión, puede ofrecer beneficios, pero cuando se dispara, las consecuencias adversas se vuelven evidentes:
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Pérdida de Poder Adquisitivo:
La depreciación de la moneda reduce el poder adquisitivo de la población, limitando su capacidad para comprar bienes y servicios con la misma cantidad de dinero.
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Incertidumbre Económica:
La incertidumbre sobre la evolución económica dificulta la toma de decisiones financieras, ya que las personas carecen de claridad sobre el futuro.
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Reducción de Inversiones:
La alta inflación genera cautela en empresas e inversores, desincentivando las inversiones a largo plazo debido a la disminución de beneficios.
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Devaluación de Deudas:
La devaluación del dinero acelera la carga de la deuda, beneficiando a quienes tienen préstamos, pero generando pérdidas para los acreedores.
Efectos en las empresas: Estrategias para enfrentar la inflación
En un contexto inflacionario, es momento que las empresas pongan todo el control de sus finanzas en análisis.
- Gastos Eficientes:
Identificar gastos innecesarios o susceptibles de ser reemplazados por opciones más económicas. Ajustar la proporción entre gastos fijos y variables permite mayor flexibilidad.
- Ventas Rentables:
Analizar la rentabilidad de los clientes actuales. En ocasiones, ciertos clientes pueden no ser rentables por razones comerciales o estratégicas. Es esencial reconsiderar estas relaciones en épocas inflacionarias.
- Estrategia de Precios:
Repensar la estructura de precios y márgenes de ganancia. En momentos de aumento de precios de bienes y servicios, es vital deshacerse de lastres financieros adquiridos en tiempos de bonanza y mejorar las habilidades de negociación para adaptarse a la realidad económica.
Políticas gubernamentales: Control y prevención de la inflación
Existen diferentes medidas que toman los diferentes gobiernos para prevenir la inflación. Entre las principales medidas se encuentran:
- Ajustes de las tasas de intereses para fomentar el crédito y el consumo.
- Mayor oferta monetaria para fomentar la estabilidad de precios.
- Regulación del gasto público y aplicación de nuevos impuestos.
Estas son las acciones que se suelen utilizar en períodos inflacionarios para prevenir desequilibrios fiscales y aumentar el entorno financiero.