Ciertamente las tecnologías emergentes tienen una incidencia directa en la transformación del aprendizaje.
Al decir de Roisin Vaughan, Gerente de Estrategia de Educación Superior y de Adultos Cambridge Assessment English de la Universidad de Cambridge, la inteligencia artificial será la fuerza motriz que estará detrás del aprendizaje y de la evaluación personalizada y adaptativa.
Aplicaciones de la Inteligencia Artificial en enseñanza superior
Según la Gerente de Estrategia de Educación Superior y de Adultos Cambridge Assessment English de la Universidad de Cambridge, la Inteligencia Artificial (IA), “está conduciendo hacia una mayor eficiencia y ahorro de costes asociados a pruebas de evaluación a gran escala.
“Las universidades de toda España ya están utilizando pruebas adaptativas por ordenador impulsadas por la IA para evaluar los niveles lingüísticos de grandes grupos de estudiantes que necesitan demostrar un nivel específico de dominio del idioma inglés para poder graduarse.
“Al proporcionar comentarios de rendimiento individualizados basados en el resultado de cada ejercicio, las pruebas soportadas por la IA también contribuyen a mantener la motivación de los alumnos, ayudándolos a identificar sus fortalezas y áreas de mejora, al tiempo que reducen la carga para los maestros”, añade.
Sin embargo, Roisin Vaughan alerta que es extremadamente importante no dejarse seducir por la tecnología sin más. Hay que asegurarse de que la IA ofrece beneficios educativos reales, no sólo rapidez y eficiencia, y, por eso, insiste en que los avances tecnológicos deben estar respaldados por una investigación pedagógica, lingüística y psicométrica rigurosa.
Tecnologías disruptivas: Big data o el Blockchain
Roisin Vaughan plantea que existen muchos ejemplos de universidades en todo el mundo que están experimentando con redes digitales abiertas para la transformación del aprendizaje, apoyadas por tecnología blockchain para acreditar las habilidades extracurriculares que los estudiantes están desarrollando junto con sus estudios reglados.
“Esto permite a los estudiantes construir un portfolio digital personalizado que puede ayudar a los futuros empleadores a verificar más fácilmente las habilidades, intereses y logros de los graduados”, asegura.
¿Estas tecnologías se están usando en la transformación del aprendizaje ya o todavía son futuribles?
“En Cambridge Assessment English, hemos estado utilizando la Inteligencia Artificial para desarrollar una aplicación automática inteligente, Write and Improve, que puede tomar un texto escrito por el estudiante y analizarlo, calificar la redacción en base a estándares internacionales y ofrecer un informe detallado, específico y personalizado que incluye sugerir al estudiante cómo puede mejorar.
“Este recurso, desarrollado en colaboración con científicos de la Universidad de Cambridge para el aprendizaje inteligente y el procesamiento del lenguaje natural, puede detectar más de 7.000 posibles patrones y características del lenguaje en un texto escrito.
“Además, ya utilizamos esta tecnología para realizar pruebas multinivel, como Linguaskill, con el objetivo de medir las competencias lingüísticas de un candidato para la obtención del grado de la universidad, acceso al programa Erasmus o a estudios de posgrado”, comenta.
Roisin Vaughan informa que se encuentran en el proceso de desarrollar una aplicación automática de voz y tienen una versión beta disponible online llamada Speak and Improve (Habla y Mejora).
Otras innovaciones que están impulsando incluyen el uso de la supervisión remota para hacer que su corrección de pruebas sea más asequible y más eficiente para universidades e individuos.
La Universidad está en un proceso de internacionalización, especialmente en los cursos de posgrado, ¿qué papel juega el inglés en este proceso?
“Concretar una política lingüística debe ser fundamental en la estrategia de internacionalización de cualquier universidad.
“La definición de los idiomas en los que se centrará una institución determinará el desarrollo de los cursos, por ejemplo, los impartidos con el inglés como lengua vehicular, así como el desarrollo profesional y las necesidades de formación del personal académico que imparte estos cursos o que necesita publicar investigaciones en un idioma diferente.
“La elección del idioma también tiene un impacto en procesos universitarios más amplios y en la administración, como el procesamiento de las admisiones y las pruebas a gran escala de los estudiantes internacionales que se reciben.
“Poner el inglés en el centro de las estrategias de internacionalización aumenta el potencial de atraer talento internacional y de proporcionar acceso a más oportunidades de colaboración global”, expresa Roisin Vaughan, Gerente de Estrategia de Educación Superior y de Adultos Cambridge Assessment English de la Universidad de Cambridge.
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