
La propuesta de reforma del sistema universitario español, aprobada el 30 de enero por el Consejo de Ministros, ha sido publicada este 2 de febrero en el Boletín Oficial del Estado. La flexibilización de la duración de los programas es la principal modificación, cuya aplicación dependerá de los cronogramas elaborados por las comunidades autónomas.
A continuación compartimos algunas claves de la modificación que ha entrado en vigencia:
Dos modelos de formación
A partir de ahora las universidades decidirán de manera libre el modelo que quieran implementar: pueden continuar con el que se venía utilizando desde 2010 de 4 años de grado más 1 de postgrado, o adaptarse por completo al Plan Bolonia, que permite la coexistencia de la fórmula 4+1 y otra de 3 años de grado y 2 de master, la predominante en Europa.
El objetivo, de acuerdo con el Ministerio de Educación, es equiparar la educación a la de los países vecinos con la reducción del tiempo de la formación, lo que permite la salida de los jóvenes al mercado laboral un año antes.
Las carreras reguladas no cambiarán
El decreto de flexibilización no afectará a un 30% de los títulos, entre los que se encuentran los de las carreras reguladas, como las vinculadas a Ciencias de la Salud, las ingenierías (con excepción de la Informática) y la Arquitectura, que conservarán su estructura.
Los cambios podrán ser aplicados a las carreras no reguladas, como Periodismo, Económicas, Sociología, Turismo, Leyes, Literatura, Finanzas, Criminología, entre otras.
Las autonomías decidirán
A pesar de que las universidades tienen la libertad de escoger el modelo de formación, la última palabra será la de las comunidades autónomas, que avalarán o no los grados de 3 y 4 años. Cataluña ha manifestado su interés en la flexibilización mientras que Andalucía defiende el 4+1.
No hay fecha para la aplicación
El decreto no establece una fecha límite para la reestructuración del sistema universitario, sólo hace mención a la entrada en vigencia a partir del 2 de febrero. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha acordado su aplicación a partir del 2017, por considerar que ahora no es el momento adecuado. Primero –sostiene- se deben evaluar los cambios realizados en el año 2010 para la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), con el que los grados pasaron de 5 a 4 años.
Los costes, centro de la oposición
Uno de los aspectos que ha generado mayor oposición a la reforma por parte de rectores, sindicatos y organizaciones estudiantiles, es que el modelo 3+2 supondría un aumento en el coste de la formación, debido a que los créditos de postgrado son más caros. Consideran que un master es necesario en este momento para acceder al mercado laboral.
Por su parte, el Ministerio de Educación defiende la reforma y asegura que traerá un ahorro de hasta 150 millones de euros.
Fuentes: Universia, El País