
Una de las principales razones por las que los recién titulados o trabajadores con perfil junior cursan programas de master o MBA es, además de adquirir los conocimientos específicos, aumentar su empleabilidad.
Es por ello que el acceso a una bolsa de prácticas y empleo es un criterio de peso, junto con el precio, el prestigio y las becas, para decidirse por una escuela de negocios u universidad. Es un valor añadido que ofrecen los centros de formación a sus alumnos y que las empresas han sabido aprovechar como herramienta para reclutar los perfiles que necesitan.
Cerem Business School, a lo largo de sus 35 años de trayectoria, ha conformado una cartera de empresas colaboradoras que hoy en día suman más de 8.000, con las que mantiene convenios para las prácticas profesionales de sus alumnos y de las cuales más de 1.000 han fichado a estudiantes para cargos de responsabilidad directiva.
Las empresas colaboradoras pertenecen a todos los sectores de la economía, y van desde importantes multinacionales hasta pymes en pleno crecimiento. A través de la bolsa de prácticas y empleo se puede acceder a ofertas de ámbito nacional y otras en países como Alemania, China, Francia, México y Reino Unido.
El responsable de los acuerdos es el Departamento de Prácticas en Empresas y Mentoring, desde el que también se gestiona un servicio de orientación y asesoramiento para ayudar a los alumnos a afrontar los procesos de selección y promoción profesional mediante su capacitación.
En ese sentido, Cerem realiza sesiones online y presenciales sobre marca personal, currículum 2.0, elaboración del DAFO individual (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) y preparación para entrevistas.