La Universidad Internacional de La Rioja, UNIR, junto con la Universidad de Deusto, lidera el primer trabajo instrumental en España sobre nomofobia (de la expresión en inglés No-mobile-phone-phobia), el temor a no poder comunicarse a través de un teléfono móvil o de otros dispositivos.
Las estadísticas muestran que los adolescentes y los jóvenes son el sector más vulnerable, indica Joaquín Manuel González-Cabrera, director del grupo de investigación Cyberbullyng-OUT de UNIR y primer autor del trabajo, publicado en Actas Españolas de Psiquiatría.
La franja de edad con mayor prevalencia de nomofobia es la de entre 14 y 16 años, y las más afectadas son las chicas, según pone de manifiesto el estudio que, de acuerdo con UNIR, es el primero en España que cumple con indicadores de fiabilidad y validez para la evaluación del problema.
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Los comportamientos más frecuentes que presentan los afectados son la obsesión por tener el móvil siempre cargado y la ansiedad ante el pensamiento de no poder utilizarlo por cualquier motivo, como el consumo de datos o la pérdida de cobertura. Por ello evitan situaciones en las que puedan vivir tales circunstancias, lo que dificulta el desarrollo de una vida normal.
Para analizar el patrón de los afectados por la nomofobia, un temor derivado de un contexto de navegación permanente y mensajería instantánea, los investigadores adaptaron y validaron el cuestionario Nomophobia Questionnaire (NMP-Q), con el que evaluaron 4 dimensiones y 20 ítems, de acuerdo con UNIR.
A través del cuestionario se establecieron los perfiles de usuario ocasional, usuario en riesgo y usuario con problemas. Los resultados encienden las alarmas: casi el 25% de la muestra se considera un usuario en riesgo, lo que podría profundizar el problema a medio y largo plazo, alerta González-Cabrera.
“Serán necesarios más estudios, especialmente de seguimiento temporal, para evaluar el impacto del uso del móvil en los adolescentes”, afirma el investigador.
La universidad explica a través de su página web que el equipo de investigación trabaja también el desarrollo y validación instrumental de otros problemas relacionados a la hiperconectividad, como el miedo a perderse algo por no estar conectado (FOMO: Fear of Missing Out) o el uso patológico de los videojuegos en Internet.
“El uso del smartphone no es de por sí negativo, pero los expertos de UNIR están convencidos de que no es inocuo, por lo que es necesario abordar una educación integral de las personas que las prepare para ser ciudadanos digitales”, apunta el centro de enseñanza.
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Fuente: Universidad Internacional de La Rioja