En los últimos años, las terapias de tercera generación han ganado una creciente popularidad en el campo de la psicología y la salud mental. Este enfoque terapéutico, que incluye distintos tipos de terapias, está revolucionando la manera en que entendemos y abordamos los desafíos emocionales y psicológicos.
A diferencia de las terapias tradicionales que se centran principalmente en la resolución de síntomas o problemas específicos, las terapias de la tercera generación tienen como objetivo central cultivar la aceptación, la atención plena y el compromiso con los valores personales como camino hacia la transformación y el bienestar.
En el siguiente artículo, te explicaremos qué son, cuál es su tipología completa, qué aplicación tienen en diversos trastornos y cómo puedes convertirte en un especialista en esta área.
¿Qué son las terapias de tercera generación?
Las terapias de tercera generación son un conjunto de formas de psicoterapia que, aunque se basan en muchos de los principios de la terapia cognitivo-conductual, ponen énfasis en la necesidad de entender la felicidad y el bienestar de las personas como algo íntimamente ligado al contexto en el que viven.
Su objetivo es modificar la conducta de los pacientes y mejorar su bienestar mental, centrándose en el presente.
Diferencias con las terapias de primera generación y las terapias de segunda generación
Las terapias de tercera generación se diferencian de las terapias de primera y segunda generación en su enfoque y objetivos.
Mientras que las terapias de primera generación se centran en la eliminación de los síntomas, y las terapias de segunda generación buscan modificar los pensamientos y conductas disfuncionales, las terapias de tercera generación se enfocan en desarrollar la capacidad del paciente para aceptar y enfrentar sus emociones y pensamientos sin juzgarlos.
Estas últimas utilizan técnicas más innovadoras y menos estructuradas que buscan fomentar la flexibilidad psicológica y la toma de decisiones consciente y valientes.
Es decir, suponen una evolución en el tratamiento de los trastornos psicológicos, promoviendo un cambio profundo y duradero en la forma en que los pacientes se relacionan con sus emociones y pensamientos.
Tipos de terapias de tercera generación
Dentro de esta categoría encontramos diferentes enfoques:
Terapia de aceptación y compromiso (ACT)
Es una forma de terapia psicológica que se basa en la aceptación y la atención plena para ayudar a las personas a relacionarse de forma más saludable con sus pensamientos, emociones y experiencias internas, y a tomar acciones basadas en sus valores y objetivos personales.
La ACT se centra en enseñar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones, incluso aquellos que pueden ser dolorosos o incómodos, en lugar de intentar controlarlos o eliminarlos.
Terapia cognitiva basada en mindfulness (TCBM)
Combina técnicas de terapia cognitiva y meditación mindfulness para tratar una variedad de condiciones mentales y emocionales.
Se enfoca en el reconocimiento y la aceptación de los pensamientos y emociones presentes, sin juzgarlos ni intentar cambiarlos. A través de la práctica de mindfulness, se fomenta la toma de conciencia de los patrones de pensamiento negativos y las respuestas automáticas inútiles o dañinas.
La terapia ayuda a las personas a observar sus pensamientos y emociones desde una perspectiva distanciada, lo que les permite examinar su validez y elegir respuestas más adaptativas y saludables.
Terapia dialéctica conductual (TDC)
Es un enfoque terapéutico desarrollado originalmente para tratar a personas con trastorno límite de la personalidad, siendo también eficaz en el tratamiento de una variedad de trastornos mentales.
La terapia ayuda a los individuos a cambiar las conductas y pensamientos problemáticos, al mismo tiempo que aprenden a aceptar y tolerar su situación actual.
¿Qué tipos de trastornos se suele tratar con terapias de tercera generación?
Las terapias de tercera generación son una herramienta muy útil para tratar diversos trastornos psicológicos. Entre los trastornos más comunes que se suelen tratar con estas terapias se encuentran:
- La ansiedad.
- Depresión.
- Trastorno obsesivo-compulsivo.
- Estrés postraumático.
- El trastorno límite de la personalidad.
- Trastorno de la alimentación.
¿Cómo ser un especialista en terapias de tercera generación?
Para ser un especialista en terapias de tercera generación es importante formarse en estas diferentes técnicas y enfoques. Además, es fundamental tener habilidades de escucha activa, empatía y comprensión, para poder establecer una relación terapéutica de confianza y seguridad con el paciente. ISEB tiene un programa de Máster para que puedas especializarte en esta área.