Tras los mensajes optimistas sobre el teletrabajo que indican que nos hemos adaptado a la nueva situación con rapidez, las empresas demandan pautas para implementar correctamente el empleo a distancia, hay horas extra no remuneradas, ansiedad y problemas de gestión.
En un contexto en el que la mayoría de las organizaciones no estaban preparadas para el teletrabajo que se ha implantado deprisa, este está proporcionando su peor cara, pues genera sobrecarga y agotamiento en la persona trabajadora.
¿Funciona bien el teletrabajo o las personas trabajan más de la cuenta?
El nuevo contexto ha impulsado al teletrabajo, que ha ganado protagonismo en estas últimas semanas. Pocos apostaban por esta forma de trabajar y, ahora, por convencimiento u obligación han tenido que recurrir a este sistema a distancia.
Ante este panorama, el Instituto de Seguridad, Salud y Bienestar Laboral (ISBL), sitúa a los trabajadores bajo unas condiciones de Tecnoestrés en estudio realizado. El número de trabajadores que consideran que el uso de las tecnologías les genera consecuencias negativas, aumenta hasta el 42%.
En el contexto actual, el uso de las TIC resulta una de las competencias que más se exige a los profesionales. A raíz de las nuevas dinámicas de teletrabajo, el uso de estas tecnologías se ha vuelto tanto una necesidad como una realidad a la cual muchos trabajadores han debido adaptarse para cumplir exitosamente con sus responsabilidades a distancia; en ocasiones sin las herramientas necesarias.
Como resultado de las exigencias de adaptación y especialización del trabajo en el siglo XXI, los trabajadores se enfrentan actualmente a un nuevo riesgo psicosocial: el tecnoestrés. Se trata de una condición psicológica negativa que deriva de la predisposición a la utilización de las TIC de manera creciente y constante en todas las actividades de la vida cotidiana.
Tanto el apoyo organizacional como la formación sobre el uso de estas tecnologías son factores que influyen en el desarrollo de esta condición, la cual puede expresarse como tecnoansiedad, tecnofatiga o, incluso, tecnoadicción.
Los resultados del estudio realizado por Observatorio de Prevención de Riesgos Laborales del ISBL, permitieron descubrir que 96% de los trabajadores en países de habla hispana emplea las TIC en el ámbito profesional.
Asimismo, casi la mitad (45%) pasa más de 10 horas a la semana navegando en Internet, y 35%, más de más de 10 horas semanales en el teléfono móvil y más de 5 horas en las redes sociales. De acuerdo con las respuestas obtenidas, el uso excesivo de los teléfonos móviles y de las redes sociales ha traído problemas personales a más de la mitad de los trabajadores.
El estudio también indica que entre el 64% y 68% de los trabajadores encuentra obstáculos para trabajar bien con las TIC, teniendo que interrumpir las actividades propias de su puesto para resolver problemas técnicos.
Esto implica que trabajar bien usando dichas tecnologías es algo que les obliga a dedicar tiempo y esfuerzo. Incluso, 20% dice sentirse agotado siempre o con frecuencia después de hacer uso de las tecnologías, y que el empleo de las TIC conduce a trabajar con plazos muy ajustados siempre y a contrarreloj algunas veces, teniendo que cumplir con más trabajo del que realmente se puede hacer. No obstante, cuatro de cada diez señalan que con frecuencia o siempre consiguen “desconectarse” tecnológicamente luego del trabajo.
En relación con lo anterior, la mayoría de los trabajadores (45%) no cuenta con una formación específica para su uso y considera que el trabajo tecnológicamente mediado le plantea diversas exigencias, como trabajar por más tiempo (17%), tener que recordar y estar siempre al pendiente de muchas cosas (27%), correr el riesgo de que el trabajo no salga bien (22%), ejecutar acciones repetitivas (21%) y manejar frecuentemente una gran cantidad de información y datos (19%). Con el tiempo, estas exigencias pueden convertirse en motivo de tecnoestrés y/o tecnofatiga.
En cuanto a los beneficios que tiene el uso de las TIC para el trabajo, y pese a las respuestas anteriores, 84% de los trabajadores aseguró tener una experiencia en general positiva con respecto estas, contra sólo 2% que admitió que su experiencia era negativa. Entre 30% y 40% considera que las TIC han contribuido a dotar de más autonomía de su trabajo en términos de organización, toma de decisiones sobre imprevistos y aplicación de habilidades y destrezas.
Las empresas necesitan formación
En función de evitar que esto se produzca, las empresas también necesitan formación. Teletrabajar también requiere de unas pautas. Las organizaciones buscan asesoramiento para mantener el rendimiento de los trabajadores y sacar provecho de las numerosas herramientas que ofrece el mercado.
Aunque muchas empresas son reticentes al teletrabajo, este tiene ventajas, como la flexibilidad, conciliación, autonomía, mejora calidad de vida o reducción de costes.
La organización debe regular, entrenar y liderar una serie de aspectos tales como el trabajo por objetivos, es uno de los procesos clave en lo que hay que poner el foco actualmente. Fijarnos en los resultados y enseñar a las personas a establecer plazos y seguimiento de las acciones. También hay que saber liderar los equipos en remoto.
Para ello es necesario una formación en Recursos Humanos que permita facilitar las condiciones de reclutamiento, al poder contratar al personal más cualificado sin importar su localización.
Asimismo, lograr un mayor índice de retención del personal capacitado y viabilizar la mayor conciliación de la vida personal y laboral, que genera mayor calidad de vida, mayor satisfacción del empleado y, por lo tanto, en mayor productividad.
En este sentido, el Máster PDE en Dirección de Recursos Humanos de ISIE cuenta con una metodología que posibilita el contacto directo entre alumnos y profesionales del sector durante el aprendizaje, potenciando el acercamiento con mentores y moderadores de las sesiones de trabajo, mediante la fusión de los conocimientos teóricos y prácticos y desarrollo de capacidades personales de los alumnos.
Este Máster PDE de ISIE ofrece una visión más amplia sobre la gestión y la mejora de la comprensión sobre la relevancia y el papel de los directivos en las empresas actuales y en los nuevos escenarios. El complejo entorno empresarial del siglo XXI es fuente constante de cambio y de intensa competencia.
Si quieres más información sobre másteres de ISIE, solo tienes que contactar con nuestros asesores expertos en másteres y posgrados.