Exagerar la verdad o mentir abiertamente sobre tu experiencia laboral no es inusual, pero eso no significa que sea una forma efectiva de avanzar en tu carrera. ¿Qué pasa si miento en mi experiencia laboral?
Simplemente no vale la pena mentir en tu currículum. Los gerentes de contratación no nacieron ayer. Una sola pregunta es suficiente para descubrir una mentira. Causa vergüenza y una situación incómoda para todos en la sala. Y una vez que te atrapan, has desperdiciado tu oportunidad de ser contratado y ha dañado tu reputación.
Hasta aquí, hemos mencionado algunas razones obvias para evitar mentir sobre tu experiencia laboral. Aquí te presentamos algunas otras:
Razones obvias para evitar mentir sobre tu experiencia laboral. ¿Qué pasa si miento en mi experiencia laboral?
Realmente no tienes que hacerlo
Si no tienes las habilidades exactas que busca un empleador, pero aún crees que podrías ser una buena opción, expón el caso en tu carta de presentación y deja que el gerente de contratación sea quien decida si debe llamarte.
Están más abiertos a personas con habilidades transferibles, lo que significa que no es necesario tener experiencia directa en un campo para ser empleado. Deja que tus credenciales hablen por sí mismas y deja en claro que estás dispuesto a aprender si es necesario.
Es mucho mejor admitir que no sabes algo. La pasión y el entusiasmo por aprender a llegar a un puesto es una cualidad mucho mayor que ser un mentiroso. Es la cualidad número uno que muchos reclutadores buscan.
No obtendrás lo que quieres
Las grandes mentiras, como empleadores inventados, títulos de trabajo y fechas de empleo inclusivas, hacen que te rechacen. Las mentiras más pequeñas pueden pasar desapercibidas, pero pueden llevarte a un trabajo sin futuro. A la larga, eso puede dañar tu satisfacción laboral y ser aún peor para tu carrera.
Una de las pequeñas mentiras más grandes que puede contar una persona que busca empleo es sobre sus objetivos profesionales. La mayoría de los solicitantes de empleo temen las consecuencias que produciría la honestidad.
Por ejemplo, la respuesta honesta podría ser “No quiero subir en la escalera corporativa. Me veo a mí mismo permaneciendo en el puesto para el que estoy solicitando actualmente”. Pero muchos solicitantes, en cambio, dicen que quieren lograr cosas mucho más importantes.
La razón: Aunque puede que te desempeñes mejor en un entorno de trabajo estable y prefieras no escalar más alto, te preocupa que admitirlo sea visto como una falta de ambición o, peor aún, como una pereza.
Aun así, desviar la verdad sobre tus objetivos profesionales es injusto para ti y tu posible empleador. Suponiendo que obtengas el puesto, eventualmente aumentarás la brecha entre lo que realmente querías y lo que dices que querías. La vida es corta. Hacer cosas que no son adecuadas para ti o tus talentos es un desperdicio de algo precioso.
Probablemente no te salgas con la tuya
Lo más probable es que tengas algún tipo de perfil en línea con tus credenciales, respaldos y recomendaciones. Los perfiles en línea son públicos, por lo que es mucho menos probable que un candidato sea lo suficientemente audaz como para inflar su credibilidad.
Las personas con las que has trabajado en el pasado conocen tus habilidades, y es posible que las llamen como referencias, incluso si no las incluyes en tu lista oficial de referencias.
Haz esto en tu lugar
Si no estás seguro de que tu currículum irá bien con los gerentes de contratación, por el motivo que sea, hay una mejor manera de verse bien que mentir sobre tu experiencia laboral.
Comienza con una revisión exhaustiva del currículum. ¿Te vendría bien un poco de ayuda con eso? Obtén una evaluación de tu currículum. Recibirás comentarios detallados, incluida una revisión de la apariencia y el contenido del currículum, y una predicción de la primera impresión de un reclutador. Los expertos pueden ayudarte a aprovechar al máximo lo que tienes en términos de habilidades y experiencia, sin doblar la verdad.
¿Se puede despedir al trabajador si miente en su CV sobre sus capacidades para el puesto?
En el caso de España, el Tribunal Superior de Justicia de Valladolid ha declarado procedente el despido disciplinario de un trabajador que reiteradamente mintió sobre sus capacidades físicas para conseguir y mantener el puesto de repartidor.
Dicho empleado recibe un contrato de trabajo temporal de personas con discapacidad en el Centro Especial de Empleo, en función de realizar funciones de reparto de mensajería y paquetería. En su hoja de vida, señaló su facilidad para el trabajo físico y que solo estaba impedido para trabajar en la construcción.
Asimismo, mientras iniciaba su relación laboral, llegó a formar una declaración responsable indicando que no tenía limitaciones médicas para la manipulación manual de cargas respecto de un trabajador ordinario. Esta declaración fue necesaria ante la imposibilidad de realizar un examen anterior a su incorporación por las circunstancias derivadas de la actual emergencia sanitaria por Covid 19.
No obstante, una vez realizado el reconocimiento médico, el cual fue evadido por el trabajador durante un tiempo, se conoció que además de las limitaciones físicas que ya sabía la empresa, no podía manejar pesos superiores a siete kilos, en clara contradicción con lo que había declarado al inicio de la relación laboral con la empresa.
A lo largo del contrato, no figura ninguna agravación de esta funcionalidad. La empresa intentó ubicarlo en otro puesto, lo cual desencadenó toda clase de insultos y amenazas contra la compañía, además de no cumplir las tareas encomendadas.
Al decir del TSJ Valladolid, los hechos justifican la procedencia del despido disciplinario efectuado por la empresa, por transgresión de la buena fe contractual. A través del engaño y la ocultación frecuente, tiene lugar la ruptura de las reglas de lealtad y confianza mutua que deben regir en la relación laboral.
El empleado intentó con su proceder, mantener el vínculo de trabajo en base a unas condiciones de capacidad laboral que no eran reales y parcialmente incompatibles con los requerimientos para el puesto a desempeñar, afectando a la formación de voluntad de la compañía en la celebración del contrato.
Ya sabes qué pasa si miento en mi experiencia laboral. Desafortunadamente, no hay otra alternativa segura que no sea decir la verdad, porque, en cualquier escenario, existe la posibilidad de que no te consideren para el trabajo una vez que se enteren. Además, nuevamente, podrías ser despedido en el futuro si la compañía descubre que no dices la verdad.