
Una autoestima sólida, la educación del carácter, la intención de ser ejemplo y la vocación de servicio son los principales rasgos del liderazgo que, según considera Gonzalo Martínez de Miguel, director general del Instituto de Formación Avanzada (INFOVA), se desarrollan en el hogar y la escuela.
“Las escuelas y la familia son la base de la formación de un buen líder, puesto que es desde los inicios más tempranos, donde se debe comenzar a enseñar a las futuras generaciones la importancia de la autoestima, de afrontar las dificultades y el espíritu de superación”, ha dicho Martínez de Miguel en una entrevista publicada por RRHH Digital.
Instruir a alguien para ser un líder consiste en formarle en la gestión de la adversidad, la vocación de servicio, la integridad y la capacidad para asumir riesgos, como base; luego la formación se orienta hacia la comunicación, la capacidad de negociación, entre otros aspectos, continúa el medio especializado en Recursos Humanos.
La formación en liderazgo no es exclusiva de las empresas o la política, cada uno lidera su vida, sus familias y sus diversos grupos de amigos, por ello la capacidad de dirigir se debería estudiar también en las universidades, en las escuelas de padres y, deberían formarse en este tema, también los profesores.
“En la sociedad los ciudadanos eligen sus caminos y toman sus decisiones. Por este motivo educar desde la infancia, tendrá como resultado una sociedad más libre y próspera, que dependerá menos del liderazgo de unos pocos. Muchas de las cosas importantes que ocurren en la sociedad se producen bajo la dirección de alguien o en las condiciones que alguien ha creado con su liderazgo”, explica Martínez de Miguel.
Mientras que la sociedad en general todavía no es consciente de la importancia de esta formación, las compañías saben que el liderazgo no es intuitivo, ni se puede dar por supuesto, por ello destina cada año miles de euros en formar a sus directivos.
Comparado con otros países europeos, el nivel de liderazgo en España es alto, según explica el director general de INFOVA, y se refleja en que el país concentra algunas de las mejores escuelas de negocios del continente, en empresas que prestan gran atención a la formación de sus mandos y en las asociaciones de directivos que entrenan a sus asociados en estos temas.
El problema –considera- es que hasta la fecha se ha prestado más atención a una parte más periférica, como la buena presencia y las habilidades para negociar, y se ha olvidado la esencia real del liderazgo: la capacidad para dar dirección, desarrollar personas, ser referente de comportamiento, servir al equipo e inspirar y entrenar a sus miembros.
Fuente: RRHH Digital