Un plan financiero crea una hoja de ruta para tu dinero y te ayuda a alcanzar tus metas. La planificación financiera se puede realizar por tu cuenta o con un profesional. Hoy te contamos cómo hacer un plan financiero para tu proyecto.
En este sentido, un plan financiero es una imagen completa de tus finanzas actuales, tus metas financieras y cualquier estrategia que hayas establecido para lograr esas metas.
Una buena planificación financiera debe incluir detalles sobre tu flujo de caja, ahorros, deudas, inversiones, seguros y cualquier otro elemento de tu vida financiera.
¿Qué es la planificación financiera?
La planificación financiera es un proceso continuo que reducirá tu estrés por el dinero, respaldará tus necesidades actuales y te ayudará a construir una reserva para tus objetivos a largo plazo, como la jubilación.
La planificación financiera es importante, porque te permite aprovechar al máximo tus activos y te ayuda a garantizar que cumpla tus metas futuras.
La planificación financiera no es solo para los ricos. Crear una hoja de ruta para tu futuro financiero, es para todos. Puedes hacer un plan financiero o puedes obtener ayuda de un profesional de planificación financiera.
¿Cómo hacer un plan financiero en 7 pasos?
Empieza por establecer metas financieras
Un buen plan financiero se guía por tus metas financieras. Si abordas tu planificación financiera desde el punto de vista de lo que tu dinero puede hacer por ti, ya sea comprar una casa o ayudarte a jubilarte anticipadamente, harás que el ahorro se sienta más intencional.
Haz que tus metas financieras sean inspiradoras: ¿cómo quieres que sea tu vida en cinco años? ¿Y en 10 y 20 años? ¿Quieres tener un coche o una casa? ¿Están los niños en la imagen? ¿Cómo imaginas tu vida en la jubilación?
Comienza con metas, porque te inspirarán a completar los siguientes pasos y te servirán de guía mientras trabajas para hacer realidad esos objetivos.
Realiza un seguimiento de tu dinero y redirígelo hacia tus objetivos
Obtén una idea de tu flujo de efectivo mensual: lo que ingresas y lo que sale. Una imagen precisa es clave para crear un plan financiero y puede revelar formas de dirigir más a los ahorros o al pago de deudas. Ver dónde va tu dinero puede ayudarte a desarrollar planes inmediatos, a mediano y largo plazo.
Desarrollar un presupuesto es un plan inmediato típico. Recomendamos los principios presupuestarios 50/30/20: pon el 50% de tu sueldo neto en necesidades (vivienda, servicios públicos, transporte y otros pagos recurrentes), el 30% en deseos (salir a cenar, ropa, entretenimiento) y el 20% en ahorros y pago de deudas. Reducir las deudas de tarjetas de crédito u otras deudas con intereses altos es un plan común a mediano plazo, y la planificación para la jubilación es un plan típico a largo plazo.
Asegúrate de que las emergencias no se conviertan en desastres
La base de cualquier plan financiero es guardar efectivo para gastos de emergencia. Puedes comenzar con poco para cubrir pequeñas emergencias y reparaciones para que una factura inesperada no genere una deuda de tarjeta de crédito.
Crear crédito es otra forma de proteger tu presupuesto de impactos. Un buen crédito te brinda opciones cuando las necesitas, como la posibilidad de obtener una tasa de interés decente en un préstamo de automóvil. También puedes aumentar tu presupuesto al obtener tarifas más bajas en seguros.
Abordar la deuda con intereses elevados
Un paso crucial en cualquier plan financiero: paga deudas «tóxicas» con altos intereses, como saldos de tarjetas de crédito, préstamos de día de pago, préstamos de título y pagos de alquiler con opción a compra. Las tasas de interés de algunos de estos pueden ser tan altas que terminarán pagando dos o tres veces lo que pediste prestado.
Si estás luchando con una deuda renovable, un préstamo de consolidación de deuda o un plan de gestión de deuda puede ayudarte a agrupar varios gastos en una sola factura mensual a una tasa de interés más baja.
Invierte para aumentar tus ahorros
Invertir suena como algo para gente rica o para cuando estás establecido en tu carrera y vida familiar. Pero no es así.
Invertir puede ser tan simple como poner dinero en fondos de inversión, acciones, bonos, bienes raíces, negocios, compra y venta de divisas, criptomonedas, etc.
Construye un foso para proteger y hacer crecer tu bienestar financiero
Con cada uno de estos pasos, estás construyendo un foso para protegerte y proteger a tu familia de los reveses financieros. A medida que avanza tu carrera, continúa mejorando tu foso financiero al:
- Aumentar las contribuciones a tus cuentas de jubilación.
- Llenar tu fondo de emergencia hasta que tengas de tres a seis meses de gastos básicos de vida.
- Usar un seguro para proteger tu estabilidad financiera, para que un accidente automovilístico o una enfermedad no te descarrilen. El seguro de vida protege a los seres queridos que dependen de tus ingresos. El seguro de vida a término, que cubre períodos de 10 a 30 años, es una buena opción para las necesidades de la mayoría de las personas.
Un plan financiero no es un documento estático, es una herramienta para realizar un seguimiento de tu progreso y una que debes ajustar a medida que evoluciona tu vida. Es útil reevaluar tu plan financiero después de algunos de los principales hitos de la vida como casarse, comenzar un nuevo trabajo, tener un hijo o perder a un ser querido.
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